Construír el cuerpo de una ocarina o de un silbato, es relativamente sencillo. La dificultad es conseguir que suene. Después de muchos intentos, y gracias a la generosidad de quienes publican sus conocimientos en la red, con este esquema pude conseguir "arrancarle" sonidos a las ocarinas:

No son precisamente obras de arte, pero tienen lo suyo, y lo más importante: funcionan.